¿Por qué crear una empresa en Irlanda?
El atractivo económico de Irlanda
Irlanda es ampliamente reconocida como una de las economías europeas de más rápido crecimiento, impulsada por un entorno político estable y un firme compromiso para atraer empresas internacionales. El país se ha clasificado sistemáticamente como uno de los mejores lugares del mundo para hacer negocios, gracias a su economía de mercado abierto y a sus condiciones favorables para los inversores nacionales y extranjeros.
En los últimos años, Irlanda se ha convertido en un imán para las empresas multinacionales de sectores como la tecnología, la industria farmacéutica y los servicios financieros. Esto se debe en gran medida a las políticas proempresariales del gobierno y a una sólida infraestructura que apoya la innovación y el crecimiento. La mano de obra anglófona del país es otra ventaja clave, lo que lo convierte en una opción natural para las empresas estadounidenses y británicas que buscan establecer una base europea. Además, la pertenencia de Irlanda a la Unión Europea ofrece un acceso sin restricciones a uno de los mayores bloques comerciales del mundo, lo que aumenta su atractivo para las empresas que buscan un alcance global.
Ventajas fiscales
Una de las características más atractivas de Irlanda para las empresas es su competitivo tipo del impuesto de sociedades, que se sitúa en el 12,5% para los ingresos comerciales. Este bajo tipo ha convertido a Irlanda en una de las jurisdicciones más eficientes del mundo desde el punto de vista fiscal, atrayendo a empresas de diversos sectores, como el tecnológico, el farmacéutico y el financiero.
Las políticas fiscales de Irlanda van más allá del tipo del impuesto de sociedades, ofreciendo incentivos adicionales como los créditos fiscales para I+D, que proporcionan un crédito fiscal del 25% sobre los gastos de investigación y desarrollo que cumplan los requisitos. Esto resulta especialmente atractivo para las empresas de los sectores de la alta tecnología y la innovación. Además, la amplia red de tratados de doble imposición de Irlanda garantiza que las empresas puedan evitar tributar dos veces por los ingresos obtenidos en países extranjeros, lo que facilita operar internacionalmente sin sufrir cargas fiscales indebidas.
El país también ofrece desgravaciones en forma de deducciones de capital por la compra de determinados activos, y el Knowledge Development Box (KDB) ofrece tipos impositivos reducidos sobre los beneficios obtenidos de la propiedad intelectual. Estas políticas contribuyen a hacer de Irlanda un destino fiscalmente favorable tanto para las empresas de nueva creación como para las ya establecidas que buscan optimizar sus estrategias fiscales globales.
Centro mundial de negocios
La posición estratégica de Irlanda como puerta de entrada a la Unión Europea la convierte en un lugar ideal para las empresas que necesitan acceder a los mercados internacionales. Incluso después del Brexit, Irlanda sigue siendo el único país de habla inglesa plenamente integrado en la UE, lo que proporciona un acceso sin fisuras a más de 450 millones de consumidores de todo el bloque. Además de sus conexiones con la UE, Irlanda ha desarrollado fuertes vínculos comerciales con Estados Unidos, China y otros mercados globales, posicionándose como un actor clave en el comercio internacional.
Las empresas con sede en Irlanda se benefician de ventajas logísticas, con modernos aeropuertos, puertos e infraestructuras digitales que facilitan la conexión con clientes y socios de todo el mundo. El compromiso de Irlanda con el libre comercio y los mercados abiertos ha propiciado el establecimiento de centros internacionales de servicios financieros en ciudades como Dublín, que ofrecen a las empresas acceso a un sofisticado sector bancario y oportunidades de inversión extranjera.
Acceso al talento
Otra ventaja clave de Irlanda es su acceso a una mano de obra multilingüe y altamente cualificada. El país alberga universidades e instituciones educativas de categoría mundial que proporcionan un flujo constante de licenciados en sectores clave como el tecnológico, el farmacéutico y el financiero.
Irlanda tiene una de las poblaciones más jóvenes de la UE, con una edad media de poco más de 37 años. Esta mano de obra joven y dinámica es conocida por su capacidad de adaptación y sus conocimientos técnicos, especialmente en sectores punteros como las tecnologías de la información, los productos biofarmacéuticos y los servicios digitales. Además, muchos de los trabajadores irlandeses dominan varios idiomas, lo que facilita a las empresas operar en diversos mercados internacionales.
El compromiso del gobierno con el desarrollo de la mano de obra garantiza que las empresas tengan acceso a programas de formación y desarrollo continuos, lo que ayuda a mantener una ventaja competitiva en un mercado global que cambia rápidamente. Para las empresas que buscan contratar a los mejores talentos internacionales, las políticas de inmigración favorables a las empresas de Irlanda facilitan la atracción de trabajadores altamente cualificados de fuera de la UE.
Tipos de empresas en Irlanda
A la hora de constituir una empresa en Irlanda, es esencial conocer las distintas estructuras societarias disponibles para elegir la más adecuada para su negocio. Irlanda ofrece una amplia gama de entidades jurídicas, cada una de ellas adaptada a las distintas necesidades empresariales, que ofrecen flexibilidad y diversos niveles de protección jurídica.
Private Limited Company (LTD)
La Sociedad Limitada - Private Limited Company (LTD) es la forma societaria más común en Irlanda. Suele ser la preferida por las pequeñas y medianas empresas por su sencillez, flexibilidad y la protección que ofrece a los accionistas mediante la responsabilidad limitada.
- Ventajas:
- Responsabilidad limitada: Los accionistas sólo son responsables de las deudas de la empresa hasta el importe que hayan invertido en acciones.
- Facilidad de gestión: Una LTD puede constituirse con un solo administrador (aunque también requiere un secretario de empresa, que puede ser la misma persona en empresas más pequeñas).
- Requisitos mínimos de capital: No se exige un capital social mínimo, lo que facilita su creación. Sin embargo, muchas empresas empiezan con una cantidad nominal, como 1.000 euros.
- Ventajas fiscales: Las LTD se benefician del tipo del impuesto de sociedades irlandés del 12,5% para los ingresos comerciales, uno de los más bajos de Europa.
- Exención de auditoría : Las pequeñas empresas con un volumen de negocio inferior a 12 millones de euros y menos de 50 empleados pueden acogerse a la exención de auditoría.
Esta estructura es ideal para la mayoría de los empresarios que desean la seguridad de la responsabilidad limitada sin la complejidad de una empresa pública de mayor tamaño.
Public Limited Company (PLC)
Una Sociedad Anónima - Public Limited Company (PLC) es más adecuada para empresas más grandes que deseen reunir capital ofreciendo acciones al público o cotizando en bolsa.
- Requisitos clave:
- Un capital social emitido mínimo de 38.092,14 euros, con al menos el 25% desembolsado antes de iniciar la actividad o contraer préstamos.
- La empresa debe tener al menos dos administradores y celebrar una junta general anual (JGA).
- No hay límite en el número de accionistas y las acciones son libremente transferibles, lo que permite comprar y vender con rapidez.
Las sociedades anónimas suelen ser elegidas por empresas con grandes necesidades de capital, como las que pretenden expandirse significativamente o salir a bolsa. Sin embargo, conllevan obligaciones de información y divulgación más estrictas que las SRL.
Sole Trader
El empresario individual - Sole Trader es la forma más sencilla de estructura empresarial y es popular entre los empresarios individuales.
- Ventajas:
- Fácil configuración: Requiere un mínimo de papeleo y no es necesario constituirla en la Oficina de Registro de Empresas (CRO), sólo hay que inscribirla en Hacienda.
- Control total: El empresario individual tiene el control total de la empresa y de sus beneficios.
- Inconvenientes:
- Responsabilidad ilimitada: No hay distinción entre activos personales y empresariales, lo que significa que el propietario es personalmente responsable de todas las deudas, lo que podría poner en peligro los activos personales, como una casa o un coche.
- Fiscalidad: Los empresarios individuales tributan como personas físicas, lo que puede dar lugar a tipos impositivos más elevados que una empresa.
Los empresarios individuales se benefician de la simplicidad, pero se enfrentan a un mayor riesgo personal, por lo que esta estructura es más adecuada para las empresas más pequeñas con una exposición limitada a la responsabilidad.
Partnerships
En Irlanda existen dos tipos principales de sociedades de personas:
- General Partnership: Todos los socios comparten la responsabilidad de gestionar la empresa y son responsables solidarios de sus deudas. La sociedad no es una entidad jurídica independiente, y los socios declaran su participación en los beneficios en sus declaraciones de la renta individuales.
- Limited Partnership (LP): Esta estructura permite la existencia de uno o varios socios colectivos, que tienen responsabilidad ilimitada, y socios comanditarios, cuya responsabilidad se limita a su aportación de capital. Los socios comanditarios no suelen participar en la gestión.
Las sociedades colectivas suelen ser elegidas por profesionales como abogados y contables, pero conllevan el riesgo de una responsabilidad ilimitada para los socios colectivos. La tributación de las sociedades colectivas es individual: los beneficios se reparten entre los socios y tributan al tipo impositivo personal de cada uno.
Sucursal frente a filial
Las empresas extranjeras que deseen expandirse en Irlanda pueden elegir entre crear una sucursal o una filial.
- Sucursal: Una sucursal no es una entidad jurídica independiente de la empresa matriz y depende totalmente de ella. La empresa matriz es responsable de todas las deudas y acciones de la sucursal. Una sucursal es más sencilla y rápida de crear, pero no proporciona la independencia jurídica y financiera de una filial.
- Filial: Una filial es una entidad jurídica independiente de la empresa matriz y recibe el mismo trato que una empresa irlandesa. Ofrece responsabilidad limitada, lo que significa que la empresa matriz sólo es responsable hasta el importe de su inversión en la filial. Esta estructura proporciona más flexibilidad e independencia a la entidad local.
La elección entre una sucursal o una filial depende del nivel de independencia y protección de la responsabilidad que desee la empresa matriz. Las filiales son más habituales para las empresas que buscan una presencia permanente y plenamente operativa en Irlanda.
Pasos para crear una empresa en Irlanda
Crear una empresa en Irlanda es un proceso sencillo, pero implica varios pasos clave para garantizar el pleno cumplimiento de la legislación irlandesa en materia de sociedades. A continuación encontrará un desglose detallado de las principales etapas necesarias para registrar con éxito una empresa en Irlanda, desde la elección del nombre hasta los trámites posteriores a la constitución.
1. Elegir el nombre de la empresa
El primer paso para registrar una empresa en Irlanda es elegir un nombre de empresa único. La Oficina de Registro de Empresas - Companies Registration Office (CRO ) exige que el nombre elegido sea distinto y no demasiado similar a otros nombres de empresas ya registrados en Irlanda. Puede utilizar el sistema en línea de la CRO para realizar una búsqueda de nombres y confirmar la disponibilidad.
Algunas palabras, como "banco" o "seguros", pueden requerir permisos adicionales de las autoridades reguladoras. Si no está seguro de la disponibilidad del nombre elegido, es aconsejable tener preparadas algunas alternativas. Una vez aprobado, el nombre puede reservarse en la CRO durante 28 días por un módico precio, lo que le permitirá realizar otros trámites sin preocuparse de perder el nombre.
2. Estructura jurídica y domicilio social
Elegir la estructura jurídica adecuada es esencial, y la mayoría de las empresas en Irlanda se registran como Sociedad Limitada (Ltd). Esta estructura ofrece responsabilidad limitada a los accionistas y es adecuada para pequeñas y medianas empresas. Otras opciones son las sociedades anónimas (PLC), para empresas más grandes, y las sociedades comanditarias (LP), en función de sus necesidades.
Todas las empresas deben tener un domicilio social en Irlanda, donde se enviarán los documentos oficiales y la correspondencia del CRO. Para los empresarios extranjeros que no disponen de una oficina física en Irlanda, el uso de un servicio de oficina virtual es una opción. Prestamos servicios de domicilio social, ofreciéndole una dirección comercial central que cumple todos los requisitos legales.
3. Información necesaria para la inscripción
Para registrar una empresa en Irlanda, debe presentar los siguientes datos al CRO:
- Nombre de la empresa: El nombre que elija para su empresa.
- Estructura de la empresa: Información sobre si está constituyendo una Sociedad Limitada, una Sociedad Anónima u otra estructura.
- Accionistas y directores: Nombre, dirección y nacionalidad de todos los accionistas y directores. Al menos uno de los administradores debe ser residente en el EEE, a menos que obtenga un bono de administrador no residente. En el caso de las empresas unipersonales, debe nombrarse un secretario de empresa independiente.
- Registered Office Address: Lugar de Irlanda al que se enviarán todos los documentos legales.
También deben presentarse pruebas de identidad y domicilio (como un pasaporte o una factura de servicios públicos) de los directores y accionistas.
4. Documentos a preparar
Durante el proceso de registro, tendrá que presentar varios documentos legales, entre los que se incluyen:
- Formulario A1: Este formulario recoge datos esenciales como el nombre de la empresa, el domicilio social, los directores y la información del secretario.
- Escritura de constitución: Este documento describe la finalidad y los objetivos de la empresa.
- Estatutos: Son las normas que rigen la gestión de la empresa, detallan las responsabilidades de los directivos y los procedimientos de toma de decisiones.
Si va a constituir una sociedad de responsabilidad limitada (SRL), puede presentar un documento único simplificado que combine la escritura de constitución y los estatutos.
5. Calendario
El proceso de registro en Irlanda es relativamente rápido. Una vez presentados todos los documentos y tasas necesarios, la empresa puede constituirse en un plazo de 5 a 10 días laborables. Existe la opción de acelerar el proceso, lo que permite registrar la empresa el mismo día o al día siguiente, pero esto conlleva un coste adicional.
6. Procedimientos posteriores a la incorporación
Una vez que su empresa se haya registrado correctamente, deberá seguir varios pasos importantes:
- Abrir una cuenta bancaria comercial: Una vez constituida la empresa, tendrá que abrir una cuenta bancaria en Irlanda. La mayoría de los bancos exigen el Certificado de Constitución de la empresa, un justificante de domicilio y un documento de identidad de los administradores.
- Registro fiscal: Toda empresa irlandesa debe registrarse a efectos fiscales en el Revenue Commissioners. Dependiendo de su volumen de negocio previsto, es posible que también tenga que registrarse a efectos del IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido). El umbral del IVA en Irlanda es de 75.000 euros para el suministro de bienes y de 37.500 euros para los servicios.
- Otros registros reglamentarios: Si tiene previsto contratar empleados, debe registrarse como empresario en la Revenue Commissioners para gestionar el impuesto sobre la renta PAYE (Pay As You Earn) y otras obligaciones relacionadas con los empleados, incluidas las cotizaciones a la seguridad social.
En resumen, registrar una empresa en Irlanda implica unos pocos pasos sencillos, pero es necesario prestar especial atención a los detalles para garantizar el cumplimiento de la normativa societaria irlandesa. Nos encargamos de todos los aspectos del proceso, desde el registro del nombre hasta los servicios posteriores a la constitución, para garantizar que su empresa comience sin problemas.
El impuesto de sociedades en Irlanda
Irlanda es conocida por su entorno fiscal favorable a los negocios, que la convierte en un lugar muy atractivo para las empresas, especialmente las multinacionales. A continuación encontrará un resumen de los principales aspectos de la fiscalidad de las empresas en Irlanda.
Tipo del impuesto de sociedades
El tipo del impuesto de sociedades irlandés , del 12,5% sobre los ingresos por actividades comerciales, es uno de los más bajos de Europa, y ha sido uno de los principales motores de la inversión extranjera directa. Este bajo tipo impositivo se aplica a las empresas dedicadas a actividades comerciales, como la fabricación, los servicios y otras operaciones generadoras de ingresos. Para las rentas no comerciales, como los alquileres o las inversiones, el tipo impositivo es más alto, del 25%. El tipo del 12,5% ha convertido a Irlanda en un centro privilegiado para las empresas internacionales, sobre todo en sectores como el tecnológico, el farmacéutico y el financiero. Sin embargo, las empresas deben ser conscientes de las nuevas iniciativas fiscales mundiales, como el tipo impositivo mínimo global de la OCDE del 15%, que se aplica a las grandes multinacionales con ingresos superiores a 750 millones de euros. Esta nueva norma se dirige a empresas que tradicionalmente se han beneficiado de tipos impositivos más bajos, pero no afecta a la mayoría de las empresas más pequeñas que operan en Irlanda.
Créditos fiscales a la I+D
Irlanda fomenta la innovación a través de su crédito fiscal para investigación y desarrollo (I+D), que recientemente se ha incrementado del 25% al 30% para los gastos subvencionables. Este crédito se aplica a los gastos relacionados con actividades de I+D, incluido el desarrollo de nuevos productos, programas informáticos o procesos de fabricación destinados al avance científico o tecnológico. El crédito fiscal por I+D puede deducirse del impuesto de sociedades o reembolsarse en un periodo de hasta tres años.
Además del crédito del 30%, las empresas también pueden beneficiarse de una deducción estándar del 12,5% sobre los gastos relacionados con I+D, lo que supone un beneficio efectivo combinado del 42,5% sobre los gastos en I+D que cumplan los requisitos. Esto hace de Irlanda un lugar atractivo para las empresas impulsadas por la innovación, especialmente en los sectores de alta tecnología y farmacéutico.
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
El IVA es una parte importante del sistema fiscal irlandés. El tipo normal del IVA es del 23%, que se aplica a la mayoría de bienes y servicios. Sin embargo, hay tipos reducidos del 13,5% para sectores específicos como la hostelería, la construcción y algunos suministros médicos, y del 0% para productos de primera necesidad, como la mayoría de los alimentos, la ropa infantil y los libros.
Las empresas deben registrarse a efectos del IVA si su volumen de negocios anual supera los 40.000 euros en el caso de los servicios o los 80.000 euros en el caso de los bienes, a partir de 2024. Las empresas registradas a efectos del IVA pueden reclamar el IVA sobre los gastos empresariales, por lo que es importante que las empresas que realicen transacciones significativas en Irlanda cumplan adecuadamente las obligaciones en materia de IVA.
Otros impuestos
Además del impuesto de sociedades y el IVA, las empresas en Irlanda están sujetas a algunos otros impuestos:
- PRSI a cargo del empleador: Se trata de una cotización a la seguridad social que los empleadores deben pagar en nombre de sus empleados. A partir de octubre de 2024, el tipo normal del PRSI para las empresas es del 11,15% para la mayoría de los empleados. A los empleados con salarios más bajos se les aplica un tipo reducido del 8,9%.
- Impuesto sobre plusvalías (CGT): Irlanda impone un 33% de CGT sobre la venta de activos, como acciones o propiedades. Esto se aplica tanto a empresas residentes como no residentes que posean activos en Irlanda.
Tratados fiscales
Irlanda tiene una amplia red de convenios de doble imposición con más de 70 países, entre ellos Estados Unidos, el Reino Unido y la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea. Estos tratados están diseñados para evitar que las empresas tributen dos veces por los mismos ingresos, lo que facilita el comercio y la inversión internacionales. La amplia red de tratados de Irlanda es una de las razones por las que es un centro neurálgico para las sedes de empresas de todo el mundo.
El bajo tipo del impuesto de sociedades irlandés, unido a atractivos incentivos como los créditos fiscales por I+D y su amplia red de convenios fiscales, lo convierten en uno de los mejores lugares de Europa para crear una empresa. Sin embargo, las empresas tienen que navegar por otros impuestos como el IVA, el PRSI y el CGT para mantener el cumplimiento. Se recomienda trabajar con un asesor fiscal local para garantizar la plena comprensión y optimización de las ventajas del impuesto de sociedades irlandés.
Responsabilidades del Director en Irlanda
Los directores de empresas en Irlanda tienen varios deberes y responsabilidades críticos, tal como se definen en la Ley de Sociedades de - Companies Act 2014. Estas responsabilidades garantizan que los administradores actúen en el mejor interés de la empresa y sus partes interesadas, y su incumplimiento puede acarrear graves consecuencias.
1. 1. Deberes jurídicos
En Irlanda, los consejeros están sujetos tanto a deberes fiduciarios como a obligaciones legales en virtud de la Ley de Sociedades de 2014. Entre ellas se incluyen:
- Actuar de buena fe: Los consejeros deben actuar siempre en lo que realmente crean que es el mejor interés de la empresa en su conjunto. Esto significa priorizar el éxito y el crecimiento de la empresa sobre el beneficio personal o los intereses de los accionistas individuales.
- Deber de diligencia: Los consejeros están obligados a ejercer un nivel adecuado de cuidado, habilidad y diligencia, que se espera que esté en consonancia con sus conocimientos, experiencia y posición dentro de la empresa. No son responsables de los errores auténticos cometidos de buena fe, pero deben evitar la negligencia en la toma de decisiones.
- Evitar conflictos de intereses: Los directores deben asegurarse de que sus intereses personales o externos no entren en conflicto con sus deberes para con la empresa. Cualquier conflicto potencial debe ser comunicado al consejo, y los consejeros deben evitar situaciones en las que puedan obtener beneficios personales a costa de la empresa.
- Actuación conforme a los estatutos de la empresa: Los consejeros deben respetar los estatutos de la empresa y utilizar su autoridad sólo para fines legales. Esto garantiza que todas las acciones emprendidas por los consejeros se ajusten al marco jurídico que rige la empresa.
En los casos en que la empresa se enfrenta a dificultades financieras, los directores también están obligados a actuar en interés de los acreedores de la empresa. Recientes actualizaciones de la legislación irlandesa imponen a los administradores una mayor obligación de dar prioridad a los intereses de los acreedores cuando la empresa corre riesgo de insolvencia.
2. Sanciones por incumplimiento
Los administradores que incumplan sus obligaciones legales pueden enfrentarse a graves sanciones, entre ellas:
- Inhabilitación: Un director puede ser inhabilitado para ejercer su cargo durante un máximo de cinco años si es declarado culpable de falta grave, como comercio fraudulento, mala gestión o incumplimiento de las obligaciones de información financiera. Las órdenes de inhabilitación impiden a la persona actuar como director o participar en la gestión de cualquier empresa durante ese periodo.
- Multas y responsabilidad personal: Los administradores pueden enfrentarse a sanciones económicas por incumplir sus obligaciones legales, como no presentar las cuentas anuales o no mantener los registros contables adecuados. En casos graves, pueden ser declarados personalmente responsables de las deudas de la empresa si se demuestra que han incurrido en prácticas comerciales temerarias o fraudulentas.
- Acciones legales: Los consejeros también pueden enfrentarse a acciones legales, incluidos cargos penales, si se descubre que han cometido delitos en virtud de la Ley de Sociedades, incluido el fraude o la mala conducta deliberada. La Corporate Enforcement Authority vigila y procesa activamente a los directores que incumplen sus obligaciones.
3. Nombramiento y cese de administradores
El proceso de nombramiento o destitución de consejeros en Irlanda se rige por los estatutos de la empresa y la Ley de Sociedades de 2014:
- Nombramiento: Los administradores suelen ser nombrados por votación de los accionistas, como se indica en los estatutos de la sociedad. Las sociedades de responsabilidad limitada deben nombrar como mínimo a un administrador, y al menos uno de ellos debe ser residente en el Espacio Económico Europeo (EEE), a menos que la empresa obtenga una fianza.
- Destitución: Los consejeros pueden ser destituidos por mayoría de votos de los accionistas mediante una junta general extraordinaria (JGA ). Según el artículo 146 de la Ley de Sociedades, este procedimiento requiere una notificación previa y debe seguir protocolos legales estrictos. Los consejeros también pueden dimitir voluntariamente presentando una notificación por escrito al consejo, tras lo cual la dimisión debe presentarse en el Registro Mercantil.
En resumen, el papel de director de una empresa en Irlanda conlleva importantes obligaciones legales. Al adherirse a estas responsabilidades y garantizar la transparencia y el cumplimiento, los directores protegen tanto a la empresa como a sí mismos de posibles sanciones. Empresas como StMatthew Global & Partners ofrecen asesoramiento experto para ayudar a los directivos a cumplir estas obligaciones y garantizar el pleno cumplimiento de la ley.
Empleo y gestión de recursos humanos en Irlanda
1. Contratos de trabajo
En Irlanda, todos los empleados deben recibir un contrato de trabajo por escrito en los cinco días siguientes a su incorporación al puesto. En este documento se exponen las principales condiciones de empleo, entre ellas:
- Cargo y responsabilidades: Descripción detallada de la función del empleado.
- Horario laboral: Los empleados a tiempo completo suelen trabajar 40 horas semanales. Sin embargo, los contratos de trabajo pueden especificar menos o más horas en función de la función y el sector.
- Derecho a vacaciones: Los empleados tienen derecho a unas vacaciones anuales obligatorias de al menos 20 días al año, más los días festivos. Los derechos de baja por enfermedad han aumentado: a partir de 2024, los empleados tendrán derecho a 5 días de baja por enfermedad a razón del 70% de su salario (con un tope de 110 euros por día), que aumentará a 10 días en 2026.
- Plazos de preaviso: Tanto el empresario como el trabajador deben dar un preaviso razonable al rescindir un contrato. Este periodo varía en función de la antigüedad del empleado, y suele oscilar entre una y ocho semanas.
Los empresarios también deben cumplir otras disposiciones legales, como garantizar que todos los empleados tengan derecho a nóminas por escrito y que sus condiciones cumplan las directrices de la Comisión de Relaciones Laborales de Irlanda.
2. Normativa laboral
La normativa laboral irlandesa ofrece un marco sólido para proteger los derechos de los empleados y garantizar una retribución justa. Entre los aspectos clave se incluyen:
- Salario mínimo: A partir de enero de 2024, el salario mínimo nacional para los empleados mayores de 20 años es de 12,70 euros por hora, con tarifas más bajas para los empleados más jóvenes. Este salario se convertirá gradualmente en un salario digno en 2026, basado en el 60% del salario medio.
- Requisitos de las pensiones: A partir de septiembre de 2024, se pondrá en marcha un plan de pensiones de afiliación automática, que incluirá a todos los empleados que ganen más de 20.000 euros en una pensión en el lugar de trabajo. Los empleadores deben igualar las contribuciones de los empleados, empezando con el 1,5% del salario bruto y aumentando hasta el 6% en 2030.
- Cotizaciones a la Seguridad Social: Los empresarios son responsables del pago del PRSI (Seguro Social Relacionado con el Salario), que financia las prestaciones sociales de los empleados. Las cotizaciones PRSI se calculan como un porcentaje del salario del empleado y aumentarán un 0,1% en 2024 para cubrir prestaciones en expansión como la maternidad y la baja por enfermedad.
3. Contratación de talento extranjero
Irlanda sigue atrayendo talento internacional, especialmente en sectores de gran demanda como la tecnología, la sanidad y la ingeniería. Los trabajadores extracomunitarios necesitan un permiso de trabajo para trabajar en Irlanda:
- Permiso de Empleo para Cualificaciones Críticas (CSEP): este permiso está pensado para puestos altamente cualificados, como especialistas en TI o ingenieros. A partir de 2024, el salario mínimo para los puestos CSEP se ha incrementado a 38.000 euros para los candidatos con la titulación pertinente y se mantiene en 64.000 euros para los que no requieren titulación.
- Permiso general de empleo (GEP): Este permiso está disponible para empleos no incluidos en la lista de ocupaciones no admisibles. Debe realizarse una prueba de necesidades del mercado laboral para garantizar que no hay candidatos irlandeses o de la UE adecuados para el puesto. A partir de 2024, el salario mínimo exigido para este permiso es de 34.000 euros.
El sistema de inmigración irlandés también incluye el permiso de trabajo por traslado dentro de la empresa (ICT, por sus siglas en inglés), que permite a las empresas multinacionales trasladar empleados de oficinas en el extranjero a Irlanda. Los umbrales salariales para los ICT han aumentado en 2024 a 46.000 euros para los trasladados en general.
Navegar por estas normativas puede ser complejo, pero el enfoque abierto de Irlanda a la contratación de talento internacional está diseñado para satisfacer las necesidades del mercado laboral, al tiempo que garantiza un trato justo tanto a empresarios como a empleados.
Al comprender la evolución de la legislación laboral, las empresas irlandesas pueden gestionar eficazmente su plantilla y cumplir todos los requisitos legales.
Cumplimiento y gestión de las obligaciones legales
Cumplir la legislación irlandesa sobre sociedades es esencial para las empresas que operan en el país. Los requisitos de información y archivo periódicos garantizan la transparencia y la legalidad de sus operaciones. He aquí un resumen de las principales obligaciones de cumplimiento para las empresas en Irlanda.
1. Obligaciones anuales
Todas las empresas registradas en Irlanda deben cumplir unos requisitos específicos de presentación anual ante la Oficina de Registro de Empresas (CRO). Las principales obligaciones incluyen:
- Presentación de declaraciones anuales: Todas las empresas deben presentar una declaración anual (formulario B1) al menos una vez al año. La primera declaración debe presentarse en un plazo de 6 meses a partir de la constitución, pero no requiere estados financieros. Las declaraciones posteriores, que deben presentarse 18 meses después de la constitución y cada año a partir de entonces, deben incluir los estados financieros de la empresa, si procede. Las empresas deben presentar estos documentos electrónicamente a través del sistema en línea del CNO. El retraso en la presentación puede acarrear importantes sanciones, la pérdida de la exención de auditoría y posibles acciones legales.
- Mantenimiento de registros precisos: Las empresas deben mantener registros contables adecuados y asegurarse de que estos cumplen con la Ley de Sociedades de 2014. Los estados financieros deben reflejar fielmente la situación financiera de la empresa y, en el caso de determinadas empresas, es posible que deban auditarse antes de su presentación.
2. El papel del secretario de empresa
En Irlanda, el nombramiento de un secretario de empresa es un requisito legal para todas las empresas. El secretario puede ser una persona física o jurídica, pero sus responsabilidades son cruciales para garantizar el cumplimiento continuo de la normativa.
- El secretario de la empresa es responsable de presentar los documentos importantes, incluidas las declaraciones anuales y los cambios en la estructura de la empresa (como el nombramiento de directores). Se asegura de que cualquier cambio se comunique con prontitud al CRO.
- Supervisión del cumplimiento: El secretario de la empresa también se asegura de que la empresa cumpla sus obligaciones legales, como organizar la junta general anual (JGA ) y mantener los registros reglamentarios, incluidos los relacionados con la titularidad real. Desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar que el gobierno corporativo se ajuste a la legislación irlandesa, especialmente en el caso de empresas con estructuras más complejas.
El papel del secretario de la empresa es fundamental para garantizar que se cumplen todos los plazos de conformidad, ya que el incumplimiento puede acarrear sanciones legales y económicas.
3. Importancia de cumplir las normas
El incumplimiento de los requisitos de conformidad puede acarrear graves consecuencias para las empresas irlandesas. Entre ellas se incluyen:
- Multas y sanciones: Las empresas que no presenten su declaración anual a tiempo pueden incurrir en multas. La sanción inicial puede empezar en 100 euros, con sanciones diarias adicionales en caso de retrasos prolongados. Si el retraso es considerable, la empresa podría perder su exención de auditoría, lo que la obligaría a someterse a costosas auditorías durante los dos años siguientes.
- Acciones legales: El incumplimiento continuado puede dar lugar a la exclusión de la empresa del Registro Mercantil y a su disolución involuntaria. En determinadas circunstancias, los administradores también pueden incurrir en responsabilidad personal por las deudas de la empresa.
Para evitar estas complicaciones, es muy recomendable trabajar con profesionales como StMatthew Global, que pueden gestionar todos los requisitos de cumplimiento y presentación de documentos en su nombre, garantizando que su empresa opere dentro del marco legal sin estrés innecesario.
Cumplir con la legislación corporativa irlandesa no sólo es una necesidad legal, sino que también es vital para mantener un negocio con buena reputación y que funcione correctamente. Nuestro equipo en StMatthew Global está aquí para manejar todas sus necesidades de cumplimiento, desde la presentación de declaraciones anuales para mantener sus registros de la empresa al día, lo que le permite centrarse en el crecimiento de su negocio.
Ventajas y retos de crear una empresa en Irlanda
Irlanda se ha convertido en un destino privilegiado para las empresas internacionales que desean establecerse en Europa. A continuación, analizamos tanto las ventajas como los retos de crear una empresa en Irlanda, así como el modo en que trabajar con una empresa con experiencia puede mitigar las posibles dificultades.
Ventajas y retos de crear una empresa en Inglaterra
A la hora de plantearse la creación de una empresa en Inglaterra, es esencial sopesar tanto las ventajas como los retos de hacer negocios en una de las principales economías del mundo. A continuación, exponemos algunas de las principales ventajas y dificultades a las que se enfrentan los empresarios a la hora de establecerse en el Reino Unido.
1. Bajo tipo del impuesto de sociedades
Una de las características más atractivas de establecer una empresa en Irlanda es el competitivo tipo del impuesto de sociedades. Con un 12,5%, este tipo es uno de los más bajos de Europa, lo que proporciona a las empresas una importante ventaja fiscal. Aunque las empresas multinacionales con ingresos globales superiores a 750 millones de euros se enfrentarán a un nuevo tipo impositivo del 15% en virtud de las reformas fiscales globales de la OCDE, las empresas más pequeñas pueden seguir beneficiándose del tipo del 12,5%. Esto ha hecho que Irlanda sea desde hace tiempo una opción popular tanto para nuevas empresas como para grandes corporaciones, especialmente en los sectores tecnológico, farmacéutico y financiero.
2. Acceso a la Unión Europea
Irlanda sigue formando parte de la Unión Europea (UE), lo que le proporciona un acceso sin fisuras al mercado único de la UE. Esto es especialmente valioso para las empresas que requieren un comercio libre de aranceles en toda Europa y desean beneficiarse de la amplia red de acuerdos comerciales de la UE. Además, como país anglófono, Irlanda ofrece una ventaja única a las empresas que desean operar en Europa manteniendo el inglés como lengua principal de sus negocios.
3. Mano de obra cualificada y multilingüe
Irlanda cuenta con una mano de obra altamente cualificada, multilingüe y con un alto nivel de formación, productividad global y adaptabilidad. Con un fuerte énfasis en la tecnología, la ciencia y la ingeniería, la mano de obra irlandesa es ideal para empresas de sectores impulsados por la innovación. Además, Irlanda tiene una de las poblaciones más jóvenes de Europa, lo que supone una fuente creciente de talento para las empresas.
4. Entorno favorable a las empresas
Irlanda figura sistemáticamente entre los primeros países por su facilidad para hacer negocios. El gobierno ofrece incentivos a la inversión extranjera directa (IED), incluidas subvenciones para investigación y desarrollo (I+D), formación y creación de empleo a través de agencias como IDA Ireland. Este apoyo ayuda a las empresas a ponerse en marcha rápidamente y con menos trabas administrativas.
Retos e importancia de trabajar con StMatthew Global
1. Brexit y relaciones comerciales
Aunque Irlanda se beneficia de su pertenencia a la UE, el Brexit ha introducido complejidades para las empresas que comercian con el Reino Unido. Aunque Irlanda sigue disfrutando de un acceso fluido al mercado de la UE, las empresas pueden enfrentarse a dificultades para cumplir la normativa aduanera y los acuerdos comerciales en los mercados británicos tras el Brexit. Es esencial que las empresas trabajen con asesores expertos para adaptarse a esta dinámica cambiante.
2. Entorno normativo complejo
Aunque Irlanda ofrece un entorno favorable a los negocios, el marco normativo del país puede resultar complejo para los empresarios extranjeros que no estén familiarizados con la legislación local. El gobierno corporativo, el cumplimiento de las obligaciones fiscales y la presentación periódica de documentos pueden resultar engorrosos si no se cuenta con la orientación adecuada. Además, algunos sectores pueden verse sometidos a un mayor escrutinio o a cambios normativos, como los recientes ajustes de la legislación fiscal en el marco de las iniciativas de reforma fiscal mundial de la OCDE.
3. Gobierno corporativo y complejidad administrativa
La creación y gestión de una empresa en Irlanda exige el cumplimiento de diversas obligaciones reglamentarias, como la presentación de declaraciones anuales, la gestión del registro del IVA y la adhesión a las estrictas normas de gobierno corporativo irlandesas. Para las empresas que no están familiarizadas con los requisitos legales irlandeses, esto puede suponer un reto importante. Sin embargo, con el asesoramiento adecuado, las empresas pueden sortear eficazmente estas complejidades administrativas.
Aunque crear una empresa en Irlanda presenta numerosas ventajas, como impuestos de sociedades bajos, acceso a la UE y una mano de obra cualificada, sortear retos como las complejidades normativas y los ajustes comerciales del Brexit puede resultar difícil. Trabajar con un bufete con experiencia en derecho corporativo irlandés puede ayudar a garantizar un proceso de establecimiento sin problemas, permitiendo a las empresas centrarse en el crecimiento y el éxito a largo plazo en la próspera economía de Irlanda.