Ir al contenido

Constitución de sociedades en Francia


Ponga en marcha su empresa en una de las economías más grandes e innovadoras de Europa. Tanto si es usted un empresario que desea introducirse en el mercado europeo como si es un inversor internacional en busca de oportunidades, crear una empresa en Francia le permite acceder a una mano de obra altamente cualificada, a la innovación más avanzada y a una ubicación estratégica dentro de la UE. Permítanos guiarle en todas las fases del proceso para garantizar que su empresa prospere en este dinámico mercado.

¿Por qué elegir Francia para constituir una sociedad?

Francia es uno de los destinos europeos más atractivos para la creación de empresas, ya que ofrece una combinación única de fortaleza económica, ubicación estratégica y políticas favorables a los negocios. Tanto si es un empresario local como un inversor extranjero, el mercado francés ofrece importantes oportunidades de crecimiento y expansión. En esta sección, exploraremos las razones clave por las que Francia es una opción ideal para la creación de empresas.

Atractivo de Francia


Francia cuenta con una economía fuerte y diversificada, que figura sistemáticamente entre las principales economías mundiales. Es la segunda economía de la Unión Europea y la séptima del mundo, con industrias clave en los sectores manufacturero, tecnológico, agrícola y de servicios. El producto interior bruto (PIB) de Francia sigue siendo sólido y atrae a inversores de todo el mundo. Con más de 67 millones de residentes, también ofrece un gran mercado nacional para las empresas que buscan llegar a una importante base de clientes.


Una de las bazas más destacadas de Francia es su situación estratégica en Europa. Fronteriza con varios países importantes de la UE, como Alemania, Italia y España, y conectada por una completa red de infraestructuras, Francia actúa como puerta de entrada a todo el mercado europeo. La eficiente red de transportes del país, que incluye trenes de alta velocidad, modernas autopistas y aeropuertos internacionales bien conectados, garantiza a las empresas francesas un fácil acceso a los mercados nacionales e internacionales.


Además, Francia ofrece un entorno favorable a las empresas que ha evolucionado en los últimos años. El gobierno francés ha puesto en marcha reformas para simplificar los procesos empresariales, reducir las cargas administrativas y fomentar el espíritu emprendedor. Estas reformas han hecho a Francia más competitiva y han mejorado significativamente su clasificación en el Índice de Facilidad para Hacer Negocios del Banco Mundial.


Ventajas para los empresarios internacionales


Para los empresarios internacionales, Francia ofrece una amplia gama de incentivos y oportunidades. Uno de los beneficios más notables es el acceso al Mercado Único Europeo, que permite a las empresas establecidas en Francia comerciar libremente con otros Estados miembros de la UE sin aranceles ni complejos procesos aduaneros. Esto es especialmente ventajoso para las empresas que realizan operaciones de exportación e importación o las que buscan expandirse por toda la UE.


La economía francesa se sustenta en su fortaleza industrial, con sectores como la automoción, el aeroespacial, el farmacéutico y el agrícola a la cabeza. Es uno de los mayores productores agrícolas del mundo, lo que le convierte en un actor fundamental en las cadenas mundiales de suministro de alimentos. Además, la capacidad industrial de Francia permite a los inversores extranjeros aprovechar la infraestructura y los conocimientos técnicos establecidos en estos ámbitos.


La alta calidad de la mano de obra es otro factor crucial que atrae a los inversores extranjeros. Francia alberga algunas de las mejores universidades y escuelas de negocios del mundo, que producen un suministro constante de profesionales altamente cualificados. El país también tiene un largo historial de desarrollo de talentos en sectores como la ingeniería, la tecnología y las finanzas. Las empresas internacionales se benefician de esta gran reserva de talento, mientras que las políticas gubernamentales, como los créditos fiscales para la formación de los empleados, aumentan aún más el atractivo de invertir en la mano de obra francesa.


Posicionamiento como polo de innovación


Francia está a la vanguardia de la innovación tecnológica, especialmente en los ámbitos de las nuevas empresas tecnológicas, la investigación y el desarrollo. El Gobierno francés apoya activamente la innovación a través de diversas iniciativas, como La French Tech, que promueve las startups y proporciona financiación a empresas innovadoras. Este programa ha sido decisivo para convertir a Francia en uno de los principales ecosistemas de startups de Europa, especialmente en los sectores de las tecnologías financieras, la inteligencia artificial y las tecnologías verdes.


Además de la tecnología francesa, las empresas nacionales e internacionales disponen de incentivos a la innovación. El Crédit d'Impôt Recherche (CIR) es un crédito fiscal a la investigación que ofrece importantes desgravaciones fiscales a las empresas que realizan actividades de I+D. Este incentivo es uno de los más generosos de Europa. Este incentivo es uno de los más generosos de Europa, ya que permite a las empresas reclamar hasta el 30% de los gastos de I+D, lo que convierte a Francia en un destino atractivo para las empresas de los sectores de alta tecnología e innovación.


La Station F, el mayor campus de startups del mundo, situado en París, es otro testimonio del compromiso de Francia con el fomento de la innovación. Sirve de centro neurálgico para miles de startups y ha atraído a grandes actores internacionales como Facebook y Microsoft. Esta infraestructura ofrece a los emprendedores acceso a un vibrante ecosistema de inversores, aceleradoras y socios comerciales, lo que facilita que prosperen las empresas innovadoras.



Francia ofrece una combinación de estabilidad económica, acceso a los mercados internacionales y un sólido apoyo a la innovación, lo que la convierte en un destino de primer orden para la creación de empresas. Para los empresarios internacionales, la situación estratégica de Francia, sus ventajas competitivas y sus políticas favorables a la empresa ofrecen un gran número de oportunidades. Tanto si desea entrar en el mercado europeo como aprovechar el talento y los recursos de innovación de primer orden de Francia, crear una empresa en el país es un movimiento estratégico con beneficios a largo plazo.

Tipos de empresas en Francia

Francia ofrece una variedad de estructuras empresariales, cada una con sus propias implicaciones jurídicas y financieras, para adaptarse a las necesidades de los distintos tipos de empresas. Ya se trate de una pequeña empresa emergente, un autónomo o una gran corporación, elegir la estructura jurídica adecuada es fundamental para el éxito de su negocio en Francia. A continuación se indican los tipos de sociedades más comunes en Francia:

1. Société à Responsabilité Limitée (SARL)

La Société à Responsabilité Limitée (SARL), o Sociedad de Responsabilidad Limitada, es la forma de estructura empresarial más popular y utilizada en Francia, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas (PYME). La SARL ofrece responsabilidad limitada, lo que significa que los activos personales de los accionistas están protegidos de las deudas y responsabilidades de la empresa.

Estructura y características:
  • Responsabilidad limitada: Los accionistas (o "asociados") sólo son responsables del pasivo de la empresa hasta el importe de sus aportaciones al capital social.
  • Capital social: La SARL exige un capital mínimo de sólo 1 euro, aunque en la práctica las empresas tienden a asignar más capital para financiar mejor sus operaciones y presentar una imagen más sólida ante inversores o clientes.
  • Gestión: Una SARL está gestionada por uno o varios gérants (gestores), que pueden ser accionistas o profesionales externos.
  • Obligaciones: La SARL está sujeta aGestión: Una SARL está gestionada por uno o varios gérants (gestores), que pueden ser accionistas o profesionales externos.informes financieros anuales y debe presentar cuentas ante el Tribunal de Comercio francés. También debe celebrar juntas de accionistas periódicas.
  • Flexibilidad: La estructura de una SARL es relativamente rígida en comparación con otros tipos de sociedades, ya que los estatutos están estrictamente regulados por ley. En ocasiones, esto puede suponer una limitación para las empresas que necesitan más flexibilidad en la gestión.
Ventajas:
  • Adecuado para empresas familiares o pequeñas empresas en las que el control debe repartirse entre un número reducido de accionistas.
  • La responsabilidad limitada ofrece protección a los bienes personales de los accionistas.
  • Su creación es sencilla y rentable en comparación con otras formas, especialmente para las PYME.

2. Société par Actions Simplifiée (SAS)

La Société par Actions Simplifiée (SAS) es otra estructura societaria muy popular en Francia, especialmente favorecida por las startups y las empresas tecnológicas debido a su flexibilidad. Es una opción excelente para las empresas que necesitan más libertad de gobierno y funcionamiento de la que permite la SARL.

Estructura y características:
  • No hay capital mínimo obligatorio: A diferencia de la SARL, no se exige un capital social mínimo para una SAS, lo que ofrece más flexibilidad a las empresas de nueva creación con fondos iniciales limitados.
  • Flexibilidad de gobierno: La SAS permite una mayor libertad a la hora de redactar los estatutos, lo que permite a las empresas estructurar las funciones de gestión y las relaciones con los accionistas en función de sus necesidades específicas. Esta flexibilidad es una de las principales razones por las que las empresas de rápido crecimiento prefieren la SAS.
  • Opción de accionista único: Una SAS puede crearse con un solo accionista (denominado SASU), lo que la hace atractiva para los empresarios.
  • Presidente como gerente: La empresa debe tener al menos un presidente (que también puede ser accionista) responsable de la gestión de la empresa, pero se pueden nombrar más directivos corporativos según sea necesario.
Ventajas:
  • Gran flexibilidad en términos de gestión y gobernanza, lo que permite personalizar las normas relativas a la toma de decisiones, la distribución del capital y la participación de los accionistas.
  • Sin capital social mínimo, por lo que es accesible para las nuevas empresas y las pequeñas empresas.
  • Atractivo para los inversores: La estructura SAS es más propicia para atraer capital riesgo e inversores externos, gracias a la flexibilidad en la forma de estructurar las acciones y los derechos de voto.
Desventajas:
  • Su creación y gestión pueden resultar más caras debido a la flexibilidad de los estatutos y a la posible necesidad de asesoramiento jurídico.

3. Société Anonyme (SA)

La Société Anonyme (SA) suele ser utilizada por las grandes empresas, especialmente las que se plantean cotizar en bolsa o desean reunir un capital importante. La SA suele ser utilizada por empresas con muchos accionistas y a menudo es necesaria para las empresas que planean cotizar en bolsa.

Estructura y características:
  • Capital mínimo obligatorio: Una SA requiere un capital social mínimo de 37.000 euros (o 225.000 euros si la empresa es pública).
  • Consejo de Administración: La SA está gobernada por un Consejo de Administración o un Consejo de Supervisión, que debe incluir al menos tres accionistas. Estos consejos son responsables de las principales decisiones estratégicas.
  • Asamblea General de Accionistas: La empresa debe celebrar asambleas anuales en las que los accionistas puedan votar sobre cuestiones clave.
  • Auditoría: Las grandes SA están obligadas por ley a nombrar a un auditor para que revise las cuentas de la empresa.
Ventajas:
  • Adecuado para grandes empresas con un capital significativo y un gran número de accionistas.
  • Ideal para empresas que deseen captar capital del público o que estén pensando en realizar una oferta pública inicial (OPI).
  • Responsabilidad limitada de los accionistas.
Desventajas:
  • Más complejos y caros de establecer y mantener debido a los estrictos requisitos legales de gobernanza e información financiera.

4. Micro-Entrepreneur (Auto-Entrepreneur)

El régimen de microempresario está pensado para autónomos y pequeñas empresas. Se trata de una estructura empresarial simplificada que permite a los particulares crear pequeñas empresas sin necesidad de complejos trámites de constitución.

Estructura y características:
  • Umbrales de volumen de negocios : El estatuto de microempresario está sujeto a límites de volumen de negocios. A partir de 2024, los límites de volumen de negocio son de 77 700 euros para los servicios y de 188 700 euros para la venta de bienes.
  • Sistema fiscal simplificado: Los microempresarios se benefician de un régimen fiscal y de cotizaciones a la seguridad social simplificado, que se calcula como porcentaje del volumen de negocios. Esto hace que el sistema resulte atractivo para los pequeños empresarios que no necesitan la complejidad de otras estructuras.
Ventajas:
  • Simplicidad: La estructura es muy fácil de montar y gestionar, con un mínimo de papeleo y bajos costes de funcionamiento.
  • Ventajas fiscales: Las cotizaciones a la Seguridad Social y los impuestos se simplifican y se basan en el volumen de negocios real.
Desventajas:
  • Los límites de volumen de negocio hacen que esta estructura sólo sea adecuada para empresas muy pequeñas. Si la empresa crece, será necesario pasar a una estructura más compleja (por ejemplo, SARL o SAS).

5. Sucursal vs. Filial

Las empresas extranjeras que deseen introducirse en el mercado francés tienen dos opciones principales: crear una sucursal o una filial.

  • Sucursal: Una sucursal es una extensión de la empresa matriz y no se considera una entidad jurídica independiente. La empresa matriz es plenamente responsable de las actividades de la sucursal, incluidas las deudas y responsabilidades legales.
  • Filial: Una filial, por su parte, es una entidad jurídica independiente que opera con arreglo a la legislación francesa pero es propiedad de la empresa matriz extranjera. La responsabilidad de la empresa matriz se limita al importe de su inversión en la filial. La creación de una filial suele ser más ventajosa en términos de protección fiscal y jurídica.
Ventajas de una filial:
  • Entidad jurídica independiente con sus propias responsabilidades y obligaciones en virtud de la legislación francesa, que protege a la empresa matriz de la exposición financiera y jurídica.
  • Mayores ventajas fiscales en algunos casos, ya que las filiales pueden beneficiarse de convenios fiscales e incentivos locales.
Ventajas de una sucursal:
  • Más fácil y rápida de establecer, ya que no requiere su constitución como entidad independiente.

Pasos para crear una empresa en Francia

Crear una empresa en Francia requiere una serie de trámites e inscripciones, todos ellos destinados a garantizar que la empresa esté legalmente reconocida y cumpla la normativa francesa. Este proceso puede parecer complejo, pero con una comprensión clara de cada paso, se puede navegar de manera eficiente. He aquí un resumen de las principales etapas del proceso de constitución de una empresa en Francia.

1. Elegir el nombre de la empresa

El primer paso para crear una empresa en Francia es seleccionar un nombre de empresa único. El nombre no debe estar ya en uso por otra empresa, por lo que es esencial verificar su disponibilidad antes de proceder. Los empresarios pueden comprobar la disponibilidad de un nombre comercial a través del Institut National de la Propriété Industrielle (INPI). El INPI gestiona las marcas y patentes en Francia, garantizando que no se infrinja ningún derecho de propiedad intelectual.

  • Verificación de Marca: Si el nombre que elige para su empresa también pretende ser una marca, es aconsejable registrarlo como marca en el INPI. Esto garantiza la protección jurídica de la identidad de su empresa e impide que otros utilicen un nombre similar.

Una vez que el nombre está autorizado y disponible, puede reservarse para la empresa durante el proceso de registro. Es crucial asegurarse de que el nombre cumple las convenciones francesas de nomenclatura y no induce a error sobre las actividades de la empresa.

2. Estructura jurídica y domicilio social

A continuación, es esencial decidir la estructura jurídica de su empresa. Francia ofrece varias opciones, cada una de ellas adaptada a distintos tipos de empresas:

  • Société à Responsabilité Limitée (SARL): Una estructura de sociedad de responsabilidad limitada adecuada para pequeñas y medianas empresas.
  • Sociedad por Acciones Simplificada (SAS): A menudo elegida para grandes empresas o startups debido a su flexibilidad.
  • Société Anonyme (SA): Utilizada normalmente por las grandes empresas, en particular las que desean cotizar en bolsa.

Después de elegir la estructura jurídica, debe proporcionar una dirección de domicilio social en Francia, conocida como siège social. Esta es la dirección oficial para toda la correspondencia de la empresa. Si la empresa aún no tiene una ubicación física en Francia, muchas empresas optan por servicios de domiciliación que proporcionan una dirección oficial, incluidas las oficinas virtuales, que cumplen los requisitos legales sin necesidad de un espacio de oficina permanente.

3. Presentación de los documentos requeridos

Una vez definidos el nombre y la estructura de la empresa, el siguiente paso es presentar los documentos necesarios para su constitución. Deben facilitarse los siguientes datos:

  • Información sobre los accionistas: Nombres completos, direcciones y distribución de acciones.
  • Información sobre los directores: Datos de los directores, incluidos nombre, nacionalidad y función.
  • Domicilio social: Prueba del domicilio social de la empresa en Francia.
  • Estatutos: Definen el funcionamiento de la empresa, su estructura de gobierno y las funciones y responsabilidades de los accionistas y directivos. Los estatutos deben redactarse con cuidado, ya que rigen el funcionamiento de la empresa.
  • Certificado de depósito del capital: Prueba de que el capital social de la empresa se ha depositado en una cuenta bancaria francesa.

A continuación, estos documentos se presentarán en el Centre de Formalités des Entreprises (CFE), que es la ventanilla única para el registro de empresas en Francia.

4. Inscripción en el Centre de Formalités des Entreprises (CFE)

La CFE se encarga de recibir toda la documentación necesaria para registrar una empresa. Actúa como enlace entre varios organismos gubernamentales, incluidas las autoridades fiscales, las organizaciones de seguridad social y las agencias estadísticas.

Los pasos que hay que dar para registrarse son los siguientes

  • Presentación de documentos: Todos los documentos requeridos deben ser presentados ante la CFE, incluyendo los Estatutos Sociales, comprobante de domicilio social y depósito de capital.
  • Inscripción en el RCS (Registre du Commerce et des Sociétés): se trata del registro mercantil en el que figurará oficialmente la empresa. Una vez registrada, la empresa pasa a estar legalmente reconocida en Francia.

El CFE se encarga de la presentación de documentos a todas las autoridades pertinentes y garantiza que la empresa cumpla los requisitos legales.

5. Obtener un número SIRET

Una vez inscrita, la empresa recibirá los números SIRET y SIREN. Estos números de identificación únicos son esenciales para realizar negocios en Francia.

  • SIREN: Número de 9 cifras asignado a cada empresa para su identificación.
  • SIRET: Un número de 14 dígitos que incluye el SIREN e información adicional que identifica cada establecimiento o sucursal de la empresa.

Estos números son fundamentales para la facturación, las declaraciones fiscales y otras actividades empresariales. Sirven como identificación oficial de la empresa en todos los contextos jurídicos y comerciales.

Formación

El proceso de creación de una empresa en Francia suele ser eficiente, con un plazo de registro que oscila entre 5 y 15 días laborables, dependiendo de la complejidad de la estructura de la empresa y de la exactitud de los documentos presentados. Las empresas pueden empezar a operar en cuanto se registran, siempre que dispongan de toda la documentación necesaria.

7. Micro-Entrepreneur (Auto-Entrepreneur)

Para autónomos y pequeñas empresas, el estatuto de Microempresario (antes conocido como Autoempresario) ofrece una estructura simplificada con unos requisitos mínimos de registro e información. Este estatuto es ideal para personas que planean operar a pequeña escala, como consultores o artesanos.

  • Ventajas fiscales: Los microempresarios se benefician de una declaración fiscal simplificada y de cotizaciones sociales reducidas. Tributan por un porcentaje de su volumen de negocio, con tipos que varían en función del tipo de actividad.
  • Umbrales de volumen de negocios: En 2024, los umbrales para los microempresarios son de 188.700 euros para las ventas de bienes y de 77.700 euros para los servicios.

Esta estructura ofrece flexibilidad, pero las empresas deben mantenerse por debajo de los límites de facturación para conservar este estatus.

8. Sucursal frente a filial

Las empresas extranjeras que deseen expandirse en Francia pueden elegir entre abrir una sucursal o crear una filial totalmente independiente . Ambas opciones tienen sus pros y sus contras:

  • Sucursal: Una sucursal es una extensión de la empresa matriz y no una entidad jurídica independiente. Comparte responsabilidades legales y fiscales con la empresa matriz, lo que significa que ésta puede ser considerada responsable de las acciones de la sucursal. Las sucursales son más sencillas de crear, pero pueden no ofrecer el mismo nivel de protección jurídica que una filial.
  • Filial: Por otro lado, una filial es una entidad jurídica totalmente independiente, con sus propias obligaciones fiscales y responsabilidades legales. Esto significa que la empresa matriz no es responsable de las acciones o deudas de la filial. Crear una filial en Francia ofrece mayor flexibilidad y autonomía, aunque implica una mayor complejidad administrativa.

El proceso de creación de una empresa en Francia implica varios pasos, pero con la preparación adecuada y la comprensión de los requisitos legales, puede llevarse a cabo de manera eficiente. Desde la elección del nombre de la empresa hasta el registro en la CFE, todos los detalles son esenciales para garantizar que la empresa cumple la legislación y está lista para operar.

Fiscalidad de las empresas en Francia

A la hora de crear una empresa en Francia, es fundamental conocer la estructura fiscal del país. He aquí un resumen de los principales impuestos aplicables a las empresas, incluidos el impuesto de sociedades, el IVA, las cargas sociales y otros impuestos relacionados con la actividad empresarial, así como los incentivos fiscales diseñados para apoyar la innovación.

1. Impuesto de sociedades

A partir de 2024, el tipo normal del impuesto de sociedades en Francia se fija en el 25% para todas las empresas. Este tipo se aplica a los beneficios de las empresas, ya sean nacionales o multinacionales. Las pequeñas empresas se benefician de un tipo reducido del impuesto de sociedades del 15% sobre los primeros 42.500 euros de ingresos imponibles, siempre que su volumen de negocios sea inferior a 10 millones de euros y cumplan determinados criterios.

Las empresas que acaban de empezar o que reinvierten en innovación también pueden beneficiarse de varias desgravaciones fiscales, que analizaremos más adelante en esta sección.

2. IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)

El IVA en Francia es un impuesto sobre el consumo que se aplica a la mayoría de bienes y servicios. El tipo normal del IVA es del 20%, con tipos reducidos para determinados bienes y servicios:

  • 10% DE IVA: Se aplica a artículos como restaurantes, transporte y servicios no esenciales.
  • 5,5% DE IVA: Se aplica a productos de primera necesidad como alimentos, suministro de agua, libros y determinados productos ecológicos.
  • 2,1% IVA: Este tipo más bajo se aplica a productos específicos, como los medicamentos con receta cubiertos por la seguridad social.

Las empresas con un volumen de negocios superior a 85.800 euros (para la venta de bienes) o 34.400 euros (para la prestación de servicios) deben registrarse a efectos del IVA. Una vez registradas, deben recaudar el IVA sobre las ventas y presentar declaraciones periódicas a las autoridades fiscales francesas.

3. Cargas sociales (Charges Sociales)

En Francia, los empresarios deben cotizar a la Seguridad Social, que cubre las pensiones, la asistencia sanitaria, el seguro de desempleo y otras prestaciones de los empleados. Estas cotizaciones, denominadas cargas sociales, son una de las cargas más pesadas para los empresarios y oscilan entre el 40% y el 50% del salario bruto del empleado. Las cotizaciones cubren diversos aspectos:

  • Seguro de enfermedad: Los empresarios contribuyen al sistema sanitario universal francés.
  • Contribuciones a las pensiones: financian las prestaciones de jubilación de los empleados.
  • Seguro de desempleo: Cotización obligatoria al fondo nacional de desempleo.

Los trabajadores también contribuyen con un porcentaje menor de su salario bruto a estos programas sociales, pero la mayor parte de la responsabilidad recae en el empresario.

4. 4. Otros impuestos

Las empresas que operan en Francia pueden estar sujetas a varios impuestos adicionales, entre ellos:

  • CFE (Cotisation Foncière des Entreprises): Impuesto local basado en el valor de alquiler de los bienes inmuebles de la empresa. Se aplica a todas las empresas, independientemente de su tamaño o nivel de beneficios.
  • CVAE (Cotisation sur la Valeur Ajoutée des Entreprises): Este impuesto se está eliminando progresivamente y quedará totalmente suprimido en 2027. En 2024, las empresas con un volumen de negocio superior a 500.000 euros pagarán un tipo reducido del CVAE del 0,28% de su base imponible del impuesto sobre el valor añadido.
  • CET (Contribución Económica Territorial): Este impuesto local sobre las empresas se compone de la CFE y la CVAE. La eliminación progresiva de la CVAE significa que la carga de la CET disminuirá en los próximos años.

5. Incentivos fiscales

Francia ofrece varios incentivos fiscales destinados a fomentar la innovación y la inversión empresarial, entre ellos:

  • Crédit d'Impôt Recherche (CIR): Un crédito fiscal a la investigación que permite a las empresas dedicadas a la investigación y el desarrollo deducir hasta el 30% de los gastos de I+D que cumplan los requisitos. Este incentivo es uno de los más generosos de Europa y puede solicitarse aunque la empresa aún no sea rentable.
  • Crédit d'Impôt Innovation (CII): Un crédito fiscal adicional para las PYME que innovan y desarrollan nuevos productos. Este crédito puede cubrir hasta el 20% de los gastos subvencionables relacionados con el diseño y la creación de prototipos de productos.


Navegar por el sistema fiscal francés puede ser complejo, pero también está lleno de oportunidades para que las empresas reduzcan su carga fiscal a través de créditos, deducciones y exenciones. Entender cómo aprovechar estas ventajas es crucial para maximizar la rentabilidad. Con la orientación adecuada, las empresas no solo pueden cumplir con sus obligaciones fiscales, sino también aprovechar al máximo los numerosos incentivos que ofrece Francia para promover la innovación y el crecimiento.

Responsabilidades del Director en Francia

En Francia, los administradores tienen una amplia gama de deberes y responsabilidades legales regulados por el Código de Comercio francés. Estas obligaciones se centran en garantizar que los consejeros actúen en el mejor interés de la empresa, sus accionistas y otras partes interesadas. A continuación se exponen las principales responsabilidades y riesgos asociados a la función de los administradores en las empresas francesas.

1. 1. Deberes jurídicos

Los administradores de empresas en Francia, ya sean directores gerentes(gérant en una SARL) o el presidente de una SAS, están sujetos a obligaciones legales específicas para gestionar la empresa de conformidad con la legislación francesa. Entre ellas figuran:

  • Deber de lealtad: Los administradores de empresas en Francia, ya sean directores gerentes(gérant en una SARL) o el presidente de una SAS, están sujetos a obligaciones legales específicas para gestionar la empresa de conformidad con la legislación francesa. Entre ellas figura: la empresa. Deben evitar cualquier conflicto de intereses y no deben utilizar su cargo en beneficio propio ni actuar de forma que perjudique a la empresa o a sus accionistas.
  • Deber de diligencia: Los consejeros están obligados a actuar con el debido cuidado y diligencia en la gestión de los asuntos de la empresa. Esto significa que deben tomar decisiones con conocimiento de causa, basadas en información financiera y operativa precisa, y tener en cuenta los riesgos y beneficios potenciales para la empresa.
  • Cumplimiento de las leyes: Los directores deben asegurarse de que la empresa cumple las leyes francesas, incluidas las de gobierno corporativo, fiscalidad y laboral. Son responsables de garantizar que la empresa presente todos los documentos requeridos por las autoridades (como declaraciones fiscales, estados financieros, etc.) y opere dentro de las directrices legales.
  • Protección de los activos de la empresa: Los directores son responsables de salvaguardar los activos de la empresa y garantizar que se utilicen para fines comerciales legítimos. Esto incluye garantizar que la empresa siga siendo solvente y evitar actividades fraudulentas.

2. Responsabilidad personal

Aunque los administradores gozan de responsabilidad limitada en las empresas francesas, lo que significa que sus bienes personales están generalmente protegidos, existen circunstancias en las que pueden ser considerados personalmente responsables de las acciones o fallos de la empresa. Esta responsabilidad puede surgir en las siguientes condiciones:

  • Mala gestión: Si los directivos son declarados culpables de mala gestión grave que provoque pérdidas financieras para la empresa o sus accionistas, pueden ser considerados personalmente responsables. Puede tratarse de decisiones financieras imprudentes, no declarar impuestos o incumplir obligaciones reglamentarias.
  • Comportamiento fraudulento: Los consejeros implicados en actividades fraudulentas (por ejemplo, engañar deliberadamente a accionistas o acreedores) pueden incurrir en responsabilidad civil y penal. Los directores fraudulentos pueden ser multados, inhabilitados para ejercer cargos directivos o incluso encarcelados en casos extremos.
  • Insolvencia: En caso de insolvencia de una empresa, los directivos pueden ser considerados personalmente responsables si se determina que sus acciones han contribuido a la insolvencia. También pueden incurrir en responsabilidad si siguen operando a sabiendas de que la empresa no puede pagar sus deudas (lo que se conoce como "actividad ilícita").

3. Nombramiento y dimisión de administradores

Nombramiento de directores

El proceso de nombramiento de los administradores depende del tipo de empresa:

  • En una SARL, el gérant (director general) suele ser nombrado por los accionistas en una junta general, y sus responsabilidades están recogidas en los estatutos de la empresa.
  • En una SAS, el presidente se nombra de acuerdo con los procedimientos establecidos en los estatutos de la empresa. Los accionistas tienen flexibilidad para definir las funciones y responsabilidades de los directores.

Tras el nombramiento, la empresa debe notificarlo alRegistro de Comercio y Sociedades (Registre du Commerce et des Sociétés o RCS), y el nombramiento se publica en un diario legal.

Dimisión de directores

Un director puede dimitir de su cargo en cualquier momento. Sin embargo, la dimisión debe seguir los procedimientos establecidos en los estatutos de la empresa. Además:

  • La dimisión debe comunicarse al Registro Mercantil en el plazo de un mes desde el cese del director.
  • En los casos en que la dimisión pueda poner en peligro el funcionamiento de la empresa, el director puede tener que dar un plazo de preaviso, para garantizar una transición sin problemas.

Incluso después de dimitir, un director puede ser considerado responsable de las acciones emprendidas durante su mandato, especialmente si surgen reclamaciones o responsabilidades por mala gestión o negligencia durante su mandato.

4. Sanciones por incumplimiento

Los administradores que incumplan sus obligaciones legales pueden enfrentarse a varias sanciones, entre ellas:

  • Inhabilitación: Los directores pueden ser inhabilitados para gestionar una empresa si incurren en mala conducta, como incumplir sus deberes o incumplir los requisitos de gobierno corporativo. Un director inhabilitado no puede ejercer como director o gerente de ninguna empresa durante un máximo de 15 años.
  • Multas y sanciones: Los administradores pueden ser multados si incumplen las obligaciones legales de la empresa, como presentar estados financieros o pagar impuestos.
  • Sanciones penales: En casos de fraude, malversación o infracciones legales graves, los directivos pueden enfrentarse a cargos penales, que pueden acarrear penas de cárcel o multas significativas.


La función de administrador en Francia conlleva importantes responsabilidades y obligaciones legales. Los administradores deben actuar en el mejor interés de la empresa, cumplir todas las leyes pertinentes y proteger los activos de la empresa. Aunque la responsabilidad limitada suele proteger a los administradores de pérdidas personales, el incumplimiento de estas obligaciones puede acarrear responsabilidades personales, multas o incluso sanciones penales. Una comprensión clara de estas responsabilidades, junto con el apoyo de expertos jurídicos y contables, puede ayudar a los directores a afrontar estos retos con eficacia.

Empleo y recursos humanos en Francia

Al establecer una empresa en Francia, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el sistema de empleo, que se rige por un sólido conjunto de leyes laborales destinadas a proteger los derechos de los empleados. Comprender los tipos de contratos de trabajo, la normativa laboral y los procesos de contratación de talento internacional es crucial para garantizar el cumplimiento y el éxito de la gestión de la plantilla.

1. Los contratos de trabajo en Francia

En Francia, existen varios tipos de contratos de trabajo que las empresas pueden utilizar, cada uno con requisitos legales específicos. Los contratos más habituales son:

  • Contrat à Durée Indéterminée (CDI): El CDI es la forma estándar y más segura de empleo en Francia. No tiene una duración determinada y proporciona a los empleados seguridad en el empleo a largo plazo. Los empleadores deben cumplir estrictos requisitos legales al rescindir un CDI, entre ellos alegar motivos legítimos (como reducción de plantilla por motivos económicos o mala conducta profesional) y respetar periodos de preaviso que varían en función de la antigüedad del empleado.
  • Contrat à Durée Déterminée (CDD): El CDD es un contrato de duración determinada que se utiliza para puestos temporales. Debe estar justificado por circunstancias específicas, como la sustitución de un empleado en excedencia o la gestión de un aumento temporal de la carga de trabajo. La duración máxima de un CDD es de 18 meses, tras los cuales sólo puede renovarse una vez. Los CDD tienen una fecha de inicio y fin definida, y si el empresario desea retener al empleado una vez finalizado el contrato, suele convertirlo en un CDI.
  • Contratos de interinidad (Contrat de Travail Temporaire): También conocidos como contratos de trabajo temporal, se utilizan para necesidades de empleo a corto plazo, a menudo a través de una agencia. Los contratos de interinidad suelen utilizarse para cubrir puestos estacionales o urgentes, y los empleados con estos contratos disfrutan de los mismos derechos que los empleados fijos, incluido el acceso a prestaciones sanitarias y permisos retribuidos.

Todos los contratos de trabajo en Francia deben incluir información clave como el cargo, el salario, la jornada laboral y la duración del contrato (para CDD y contratos de interinidad). Además, los contratos deben redactarse en francés, y cualquier discrepancia con lenguas extranjeras debe remitirse a la versión francesa.

2. Normativa laboral en Francia

La legislación laboral francesa es una de las más protectoras de Europa, con una amplia normativa destinada a salvaguardar los derechos de los trabajadores. He aquí algunos aspectos clave:

  • Semana laboral de 35 horas: La semana laboral legal en Francia es de 35 horas para los empleados a tiempo completo. Todo trabajo que supere las 35 horas se considera horas extraordinarias, y los empleados tienen derecho a una paga adicional o a un descanso compensatorio. Aunque la semana laboral de 35 horas es la norma, en algunos sectores existen acuerdos de flexibilidad que permiten a las empresas ajustar las horas en función del sector o de los acuerdos con los empleados.
  • Salario Mínimo Interprofesional(SMIC) : El Salario Mínimo Interprofesional de Crecimiento(SMIC), o salario mínimo, se actualiza anualmente. A partir de 2024, el SMIC se fija en 11,52 euros por hora para los trabajadores a tiempo completo, lo que equivale a unos 1.747 euros al mes para una semana estándar de 35 horas. Esto garantiza un nivel básico de protección de los ingresos para todos los trabajadores en Francia.
  • Vacaciones legales: En Francia, los trabajadores tienen derecho a cinco semanas de vacaciones pagadas al año, independientemente del tipo de contrato. Además, los empleados tienen derecho a baja por maternidad y paternidad. El permiso de maternidad suele durar 16 semanas, y el de paternidad se ha ampliado recientemente a 28 días, lo que permite a los padres disfrutar de más tiempo libre para cuidar de sus recién nacidos. La legislación francesa también prevé la baja por enfermedad, que suele pagarse a un tipo reducido a través del sistema de seguridad social.
  • Cotizaciones a la Seguridad Social: En Francia, los empresarios están obligados a pagar importantes cotizaciones a la Seguridad Social, que financian el sistema sanitario, las pensiones, las prestaciones de desempleo y los subsidios familiares. Estas cotizaciones pueden ascender aproximadamente al 40-45% del salario bruto de un empleado, un factor que los empresarios deben tener en cuenta a la hora de contratar personal.

3. Contratación de talento internacional

Los programas franceses Pasaporte de Talentos y Tarjeta Azul UE facilitan a las empresas la contratación de trabajadores altamente cualificados de fuera de la Unión Europea. Estos sistemas de visado están diseñados específicamente para atraer a profesionales de sectores como la tecnología, la ingeniería y la investigación.

  • Pasaporte de talentos: Este visado está destinado a profesionales cualificados, investigadores y empresarios que deseen trabajar en Francia. Se concede por un máximo de cuatro años y permite al titular del visado traer a sus familiares directos. El Pasaporte de Talentos es ideal para altos ejecutivos, artistas, investigadores y emprendedores tecnológicos.
  • Tarjeta Azul UE: Se trata de un permiso de trabajo para nacionales de terceros países con cualificaciones de alto nivel y un contrato de trabajo en Francia. Para optar a ella, los solicitantes deben tener un título universitario y una oferta de trabajo con un salario de al menos 1,5 veces el salario medio bruto anual en Francia. La Tarjeta Azul UE se expide por un periodo de uno a cuatro años y ofrece movilidad en toda la UE, lo que la convierte en una opción atractiva para los profesionales extranjeros.

Además de estos visados, hay otros permisos de trabajo disponibles para misiones de corta duración o trabajo estacional. StMatthew Global puede ayudar a las empresas a navegar por los complejos procesos de inmigración y obtener los permisos de trabajo necesarios para su personal internacional, garantizando una incorporación sin problemas y el cumplimiento de la legislación francesa en materia de inmigración.


Navegar por el panorama del empleo en Francia requiere conocer los tipos de contrato del país, la normativa laboral y las opciones para contratar talento internacional. Respetando la legislación laboral francesa y haciendo uso de los programas de visados disponibles, las empresas pueden contratar y gestionar con éxito una plantilla diversa y productiva. StMatthew Global ofrece asistencia integral en la gestión de las responsabilidades de RRHH, desde la redacción de contratos de trabajo conformes hasta la obtención de permisos de trabajo para empleados internacionales, garantizando que su empresa cumple todos los requisitos legales.

Ventajas y retos de crear una empresa en Francia

Al plantearse la creación de una empresa en Francia, los empresarios se encuentran con numerosas ventajas, pero también deben superar ciertos retos. A continuación encontrará una visión general de las principales ventajas y desafíos de hacer negocios en Francia, y cómo asociarse con StMatthew Global puede ayudarle a hacer frente a los posibles obstáculos.

Ventajas

1. Acceso a un gran mercado de consumidores

Francia es la segunda economía de la Unión Europea y ofrece a las empresas acceso a un mercado nacional de más de 67 millones de personas. Esto proporciona una sólida base de consumidores tanto de productos como de servicios. Además, como miembro de la UE, las empresas establecidas en Francia se benefician del acceso al mercado único europeo, que permite a las empresas comerciar libremente entre los 27 países miembros sin tener que hacer frente a barreras aduaneras ni aranceles. Este acceso es especialmente ventajoso para las empresas dedicadas a la importación y exportación o al comercio internacional.

2. Infraestructura sólida

Francia presume de unas infraestructuras de primera categoría, lo que la convierte en el país ideal para las empresas dedicadas a la logística, el transporte y las cadenas de suministro mundiales. El país cuenta con excelentes redes de transporte, incluidos sistemas ferroviarios de alta velocidad, amplias carreteras y multitud de aeropuertos internacionales, siendo París-Charles de Gaulle uno de los más transitados de Europa. La sólida infraestructura digital de Francia también es un activo, ya que respalda a las empresas de tecnología, comercio electrónico e industrias basadas en datos.

3. Apoyo gubernamental a la innovación

Francia se ha convertido en un centro neurálgico para las empresas emergentes y la innovación. El Gobierno fomenta activamente el espíritu emprendedor y la innovación a través de diversos incentivos, como el Crédit d'Impôt Recherche (CIR), que ofrece generosas desgravaciones fiscales sobre el gasto en I+D. Además, la iniciativa French Tech promueve las nuevas empresas tecnológicas y les proporciona apoyo financiero, normativo y para la creación de redes. Además, la iniciativa French Tech promueve las nuevas empresas tecnológicas y les proporciona apoyo financiero, normativo y para la creación de redes. El compromiso de Francia con la innovación queda patente en su clasificación como uno de los principales países de Europa en financiación de capital riesgo, especialmente para empresas tecnológicas de nueva creación.

4. Acceso al mercado de la UE

Como miembro clave de la Unión Europea, las empresas francesas tienen acceso al mayor bloque comercial del mundo. Esto no sólo permite a las empresas expandirse fácilmente por Europa, sino que también ofrece acceso a los programas de financiación de la UE, especialmente para proyectos relacionados con la investigación, la sostenibilidad y la innovación tecnológica. Establecerse en Francia permite a las empresas beneficiarse de estas oportunidades y colaborar con socios de todo el continente.

Desafíos

1. Complejidad de los procesos administrativos

Uno de los principales retos a la hora de crear una empresa en Francia es la complejidad burocrática. El proceso de constitución de una empresa puede implicar múltiples pasos, incluido el registro en varios organismos gubernamentales, la presentación de documentación en el Centre de Formalités des Entreprises (CFE) y el cumplimiento de estrictos requisitos legales. Para los empresarios extranjeros no familiarizados con los sistemas jurídicos y administrativos franceses, esto puede resultar desalentador.

Al asociarse con StMatthew Global, puede eliminar el estrés que supone enfrentarse a estas complejidades. Nuestro equipo de expertos se encarga de todas las formalidades administrativas, garantizando que su empresa cumpla la normativa francesa desde el principio. Gestionamos el proceso de manera eficiente, ayudándole a navegar por los intrincados pasos necesarios para crear su empresa.

2. Costes elevados de la Seguridad Social

Francia es conocida por su completo sistema de bienestar social, que incluye asistencia sanitaria, pensiones y prestaciones de desempleo. Aunque este sistema ofrece importantes protecciones a los empleados, da lugar a elevadas cotizaciones empresariales a la seguridad social, que pueden oscilar entre el 40% y el 50% del salario bruto de un empleado. Estos elevados costes pueden ser una carga, especialmente para las empresas más pequeñas con recursos limitados.

En StMatthew Global, le ayudamos a optimizar sus estrategias en materia de nóminas y seguridad social para minimizar los costes y garantizar al mismo tiempo el pleno cumplimiento de la legislación laboral francesa. Ofrecemos asesoramiento personalizado para gestionar estas obligaciones de forma más eficiente, ayudándole a seguir siendo competitivo en un entorno de costes elevados.

3. Mercado laboral muy regulado

La legislación laboral francesa es conocida por estar muy regulada y ser favorable a los trabajadores. La semana laboral de 35 horas, junto con las generosas políticas de permisos retribuidos y las sólidas protecciones de los empleados, hacen de Francia un lugar atractivo para trabajar, pero pueden plantear retos a los empresarios. Contratar, gestionar y despedir empleados en Francia exige prestar mucha atención a las obligaciones legales, lo que puede llevar mucho tiempo y ser jurídicamente complejo.

Con nuestra experiencia, StMatthew Global proporciona apoyo estratégico en la gestión de RRHH. Le guiamos a través de los entresijos de la legislación laboral francesa, incluidos los contratos de trabajo, las horas de trabajo y los derechos de los empleados, garantizando que su empresa opere dentro del marco legal al tiempo que optimiza sus prácticas de gestión de personal.


Aunque las ventajas de crear una empresa en Francia -como el acceso a un gran mercado, el apoyo gubernamental a la innovación y unas infraestructuras sólidas- son considerables, los retos que plantean las complejidades administrativas, los elevados costes de la seguridad social y un mercado laboral regulado pueden dificultar el proceso. Al asociarse con StMatthew Global, puede centrarse en el crecimiento de su negocio mientras nosotros nos ocupamos de los entresijos de la conformidad, la gestión laboral y los trámites administrativos. Nuestros servicios personalizados garantizan una implantación empresarial fluida y satisfactoria en Francia, permitiéndole aprovechar las numerosas oportunidades que ofrece el país.

Doy mi consentimiento para que mis datos personales sean compartidos con la oficina local del experto contable en Francia con el fin de tramitar mi solicitud.

Siempre Primero.

Sea el primero en enterarse de todas las novedades.

Thanks for registering!